lunes, 25 de julio de 2011

OSTEOPOROSIS

Fuentes de vitamina
El cuerpo en si produce vitamina D cuando se expone al sol.
El queso, la mantequilla, la margarina, la leche fortificada, el pescado y los cereales fortificados son fuentes de vitamina D. Al igual que la mayoría de las vitaminas, la vitamina D puede obtenerse en la cantidad recomendada con una dieta bien balanceada que incluya algunos alimentos enriquecidos. Además, el cuerpo produce vitamina D al exponerse a la luz solar. Por ello, se recomienda a las personas que se expongan a la luz solar 10 a 15 minutos tres veces a la semana.

Fuentes de calcio
Entre las fuentes de calcio están los productos lácteos, los vegetales de hojas verdes, el salmón y las sardinas La obtención de calcio para evitar el adelgazamiento de los huesos a lo largo de la vida puede ser más difícil si la persona muestra intolerancia a la lactosa o presenta otras razones para evitar las fuentes alimenticias ricas, en calcio, como una tendencia a los cálculos renales. La deficiencia de calcio también afecta al corazón y al sistema circulatorio, así como a la secreción de hormonas esenciales. Existen muchas formas para suplementar el calcio, ente ellas un gran número de alimentos fortificados.

La Osteoporosis es una enfermedad en la cual disminuye la cantidad de minerales en el hueso, perdiendo fuerza la parte de hueso trabecular y reduciéndose la zona
cortical por un defecto en la absorción del calcio, lo que los vuelve quebradizos y
susceptibles de fracturas y de micro fracturas, y puede llevar a la aparición de
anemia o ceguera. La densidad mineral de los huesos se establece mediante la densitometría ósea.
La OMS la define en mujeres con una densidad mineral ósea de 2,5 de desviación estándar por debajo de la masa ósea (para el promedio de mujeres sanas de 20 años) medida por densitometría ósea; y el concepto "osteoporosis establecida" incluye presencia de fragilidad de fractura.
Esta afección se produce sobre todo en mujeres, amenorreicas o post menopáusicas debido a la disminución del número de estrógenos y otras carencias hormonales. La deficiencia de calcio y vitamina D por mal nutrición, así como el consumo de tabaco, alcohol, cafeína y la vida sedentaria incrementan el riesgo de padecer osteoporosis; la posibilidad de aparición en bulimia y anoréxicas es elevada.
La práctica de ejercicios y un aporte extra de calcio antes de la menopausia favorecen el mantenimiento óseo. En ciertos casos, se pueden administrar parches hormonales, aunque siempre bajo estricto control ginecológico.

Cómo se puede prevenir la osteoporosis
La osteoporosis es una enfermedad que puede afectar a cualquier persona, pero que se evidencia mayormente en mujeres y personas de la tercera edad. Su gravedad radica en la imposibilidad de regenerar totalmente la pérdida ósea una vez que ésta se ha producido y en el aumento del riesgo de fracturas.
Prevenir es la mejor opción para evitar el desarrollo de esta enfermedad que, según la Fundación Internacional de Osteoporosis, afecta a alrededor de 75 millones de personas en Europa, Estados Unidos y Japón.
¿Qué es la osteoporosis?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) la define como "una enfermedad sistémica caracterizada por una masa ósea baja y un deterioro de la micro arquitectura del tejido óseo, que conducen a una mayor debilidad ósea y a un aumento del riesgo de fracturas". Es decir que los huesos pierden densidad debilitándose y resintiéndose la estructura ósea, provocándose posteriormente fracturas.
Hombres y mujeres con alimentaciones bajas en calcio y un estilo de vida sedentario pueden verse afectados por esta enfermedad y por las fracturas (generalmente de cadera, columna o muñeca) que de ésta derivan. Prevenir la pérdida de masa ósea es fundamental para prever accidentes que pueden tener consecuencias fatales.
Alimentación rica en calcio y vitamina D para combatir la osteoporosis
La ingesta de calcio es quizás la forma de prevención de osteoporosis más conocida a nivel mundial. Este componente es necesario no sólo para mantener huesos y dientes fuertes sino también para el apropiado funcionamiento del corazón, los músculos y los nervios.
Se recomienda un consumo diario de 1.000 mg para menores de 50 años, y un incremento diario de 200 mg para los mayores de esa edad. Alimentos como los lácteos y sus derivados, pescados, frutas secas, legumbres y brócoli aportan altas dosis de calcio a la dieta. Se recomienda consumir comestibles descremados debido a su menor valor calórico y nivel de grasas e igual riqueza de calcio.
Además, la vitamina D ayuda a la absorción del calcio en el cuerpo. Por lo tanto, su ingesta es fundamental para mantener una estructura ósea saludable. Los huevos y el salmón, por ejemplo, aportan buenas cantidades de vitamina D al organismo, lo mismo sucede con la exposición solar: alrededor de 15 minutos diarios de rayos solares permiten al cuerpo sintetizar este componente.

Una vida activa contra la osteoporosis
El ejercicio físico fortalece los huesos, aumentando la densidad de éstos. Entre los 20 y los 30 años, aproximadamente, las personas alcanzan su máxima densidad ósea que luego comienza su declive. Se recomienda practicar actividades donde uno mismo deba sostener su propio peso, como caminar, ya que así el cuerpo debe esforzarse trabajando contra la fuerza de gravedad y, por ende, fortaleciéndose más que con otras actividades.
Ejercitar el cuerpo y mantener un peso saludable es esencial para minimizar las posibilidades de experimentar pérdida ósea. Aquellas personas sedentarias que no han desarrollado una buena fortaleza de huesos o los han forzado a lo largo de los años con el sobrepeso son más propensos a sufrir osteoporosis al poseer una estructura ósea más débil

Sodio, fósforo y proteínas en su justa medida
La ingesta elevada de sodio y una dieta sumamente proteica (con gran consumo de carnes rojas) provocan la eliminación del calcio por orina, mientras que el consumo exagerado de fósforo (un mineral necesario para la constitución de los huesos) dificulta también la absorción de este componente.
Los tres elementos mencionados son de vital importancia para el correcto funcionamiento del organismo, pero siempre respetando las dosis diarias necesarias, para prever la descalcificación que podría derivar en el desarrollo de la osteoporosis.

Ingesta moderada de café, alcohol y bebidas cola.
La cafeína afecta moderadamente a la absorción de calcio, al producir la expulsión de una pequeña cantidad por orina. Aquellas personas que beban con moderación café y bebidas cola a la vez que consumen la dosis recomendada de calcio no deberían preocuparse significativamente, mientras que aquellos que sobrepasen las tres tazas diarias deberían intentar disminuir su consumo para minimizar la posibilidad de desarrollar esta enfermedad.
El abuso del alcohol interfiere en el balance del calcio al dificultar la síntesis de vitamina D y aumentar por ende el riesgo de fracturas.
La moderación forma parte de la prevención Sólo consumiendo los alimentos adecuados en la justa medida y evitando factores nocivos para el propio organismo se podrá prever la pérdida ósea. La prevención es el primer paso para una vida longeva y saludable.

Causas
La osteoporosis es el tipo más común de enfermedad ósea.
Cerca de la mitad de todas las mujeres mayores de 50 años tendrá una fractura de cadera, de muñeca o de vértebras (huesos de la columna).
La osteoporosis se presenta cuando el organismo no es capaz de formar suficiente hueso nuevo, cuando gran cantidad del hueso antiguo es reabsorbido por el cuerpo o en ambos casos. El calcio y el fósforo son dos minerales esenciales para la formación normal del hueso. A lo largo de la juventud, el cuerpo utiliza estos minerales para producir huesos. Si uno no obtiene suficiente calcio o si el cuerpo no absorbe suficiente calcio de la dieta, se puede afectar la formación del hueso y los tejidos óseos.
A medida que uno envejece, el calcio y el fósforo pueden ser reabsorbidos de nuevo en el organismo desde los huesos, lo cual hace que el tejido óseo sea más débil. Esto puede provocar huesos frágiles y quebradizos que son más propensos a fracturas, incluso sin que se presente una lesión. Por lo general, la pérdida ocurre de manera gradual en un período de años y, muchas veces, la persona sufrirá una fractura antes de darse cuenta de la presencia de la enfermedad. Cuando esto ocurre, la enfermedad ya se encuentra en sus etapas avanzadas y el daño es grave.

Osteoporosis
Las causas principales de la osteoporosis son la disminución de los niveles de estrógenos en las mujeres en el momento de la menopausia y la disminución de la testosterona en los hombres. Las mujeres mayores de 50 años y los hombres mayores de 70 tienen un riesgo más alto de sufrir osteoporosis.
Otras causas abarcan:
• Estar reducido a una cama.
• Artritis reumatoidea crónica, nefropatía crónica, trastornos alimentarios.
• Tomar corticosteroides todos los días por más de tres meses o tomar algunos anticonvulsivos.
• Hiperparatiroidismo.
• Deficiencia de vitamina D.
Las mujeres blancas, en especial aquéllas con un antecedente familiar de osteoporosis, tienen un riesgo superior al promedio de padecer la enfermedad. Otros factores de riesgo abarcan:
• Ausencia de períodos menstruales (amenorrea) por mucho tiempo.
• Tomar una gran cantidad de alcohol.
Antecedentes familiares de osteoporosis.
Antecedentes de tratamiento con hormonas para el cáncer de mama o de próstata.
Bajo peso corporal.

Tabaquismo.
Muy poco calcio en la dieta.
No se presentan síntomas en las primeras etapas de la enfermedad. Los síntomas que se presentan en la enfermedad avanzada son:
• Dolor o sensibilidad ósea
• Fracturas con poco o ningún traumatismo
• Pérdida de estatura (hasta 6 pulgadas) con el tiempo
• Lumbago debido a fracturas de los huesos de la columna
• Dolor de cuello debido a fracturas de los huesos de la columna
• Postura encorvada o cifosis, también llamada "joroba de viuda"

El examen de la densidad mineral ósea (específicamente una densitometría o una radioabsorciometría de doble energía, DEXA, por sus siglas en inglés) mide la cantidad de hueso que uno tiene. El médico emplea este examen para predecir el riesgo que uno tiene de fracturas óseas en el futuro. Para obtener información sobre cuándo hacerse este examen, ver examen de la densidad ósea.
En raras ocasiones, se puede utilizar un tipo especial de tomografía computarizada de la columna vertebral que puede mostrar pérdida de la densidad mineral ósea, la tomografía computarizada cuantitativa (TCC).
En casos graves, una radiografía de la columna vertebral o de la cadera puede mostrar fractura o aplastamiento vertebral. Sin embargo, las radiografías simples de los huesos no son muy precisas para predecir si alguien probablemente ha de tener o no osteoporosis.
Es posible que usted necesite otros exámenes de sangre y orina si se cree que su osteoporosis se debe a una afección médica, más bien que a la simple pérdida ósea normal que se observa al envejecer.
Tratamiento
Los objetivos del tratamiento para la osteoporosis son:
• Controlar el dolor asociado con la enfermedad
• Retardar o detener el proceso de pérdida ósea
• Prevenir fracturas con medicamentos que fortalezcan el hueso
• Minimizar el riesgo de caídas que podrían causar fracturas
Existen algunos tratamientos diferentes para la osteoporosis, incluyendo cambios en el estilo de vida y una diversidad de medicamentos.
Los medicamentos se utilizan para fortalecer los huesos cuando:
• Se ha diagnosticado osteoporosis por medio de un estudio de densidad ósea
• Se ha diagnosticado osteopenia (huesos delgados, pero no osteoporosis) por medio de un estudio de densidad ósea, si se ha presentado una fractura de hueso

Ejercicio
Múltiples estudios confirman que los aeróbicos, el bajo peso, y los ejercicios de resistencia pueden mantener o incrementar la densidad ósea (DO) en mujeres postmenopáusicas. Muchos investigadores han evaluado que tipos de ejercicio son los más efectivos en mejorar la DO y otras mediciones de la calidad ósea, sin embargo los resultados varían. Un año de ejercicios regulares logra incrementar la densidad ósea. Caminatas, entrenamiento gimnástico, stepping, jumping, y ejercicios de fuerza, resultan en un significativo incremento de las densidades óseas de L2-L4 en mujeres osteopénicas postmenopáusicas. Y los ejercicios de fuerza mejoran específicamente el hueso radio distal y suben las densidades óesas.
Beneficios adicionales para pacientes osteoporóticos además del incremento de la densidad ósea incluye mejoras en el equilibrio, y una reducción en el riesgo de caídas.

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